sábado, 15 de octubre de 2011

Y AHORA QUÉ




El dulce sueño, que me endulza el pecho
Eres tú, María, la gentil paloma,
Que me perfuma y llena de su aroma
Cuando inundo de lágrimas mi lecho.

Tú eres para mí abrigo y techo
Del embate del mundo, y la carcoma
Del pecado y la muerte; la tizona
Que ampara valedora mi derecho.

¿Y ahora qué? me pregunto cauteloso
¿Que he de hacer para ser su compañero,
Y que he de meritar, si soy leproso?

Y me dice, María, sin alarde:
Nada has de hacer, sino dejar somero,
Que el Cristo eterno te recoja y guarde.

No temblaré cobarde,
Pues en Cristo, y andando con María,
La vida eterna logro en este día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario