Cual prado de amapolas encendido,
donde brinca el cervato, y sopla un viento
de amor; María para todos es aliento,
Y esperanza para el mísero perdido.
María es limpio espejo, tan bruñido,
que puedo en ella contemplarme atento,
pues la imagen que irradia, es un momento
de gozo inefable, ya cumplido.
Amor que nuestro Padre participa
a través de su santa diligencia,
que doblega el orgullo, y pacifica.
Santa madre del Cristo, coronado
Rey del Cielo en su cándida obediencia,
y el pecado del mundo ha perdonado.
Dedicado a cantar las glorias de María, la madre de Jesús, el Cristo de Dios Nada de tipo dogmático ni polemista Si se detectan por algunos rigoristas algunos extravíos, sepan que son solo la expresión de un espíritu arrobado por el misterio maravilloso de María, LA ELEGIDA DE DIOS A las palabras de amor, les sientan bien un poquito de exageración D. Antonio Machado
domingo, 25 de diciembre de 2011
MARÍA PRADO AMENO
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