Quiero vivir tu vida, sin renuncia a la mía,
Y mirarme en tu rostro como en ramo de azahar;
Lograr que en este estado pase en la eterna vía,
El anhelo gigante con que te quiero amar.
Acercarme a tu manto Santa Madre María
Para juntos en Cristo, poder ya descansar
Con el alma ya henchida del amor que me guía
A salir de la furia rugiente de la mar.
Sumergido en el Padre, en su divina lumbre,
Hacer de mis pesares un eterno gozar,
Hasta que al fin me llame a su admirable cumbre.
De los ángeles santos, la alegre muchedumbre,
Me integre en tu ventura y tu perpetuo hogar
Y a tu lado María, a Cristo siempre encumbre.
Y mirarme en tu rostro como en ramo de azahar;
Lograr que en este estado pase en la eterna vía,
El anhelo gigante con que te quiero amar.
Acercarme a tu manto Santa Madre María
Para juntos en Cristo, poder ya descansar
Con el alma ya henchida del amor que me guía
A salir de la furia rugiente de la mar.
Sumergido en el Padre, en su divina lumbre,
Hacer de mis pesares un eterno gozar,
Hasta que al fin me llame a su admirable cumbre.
De los ángeles santos, la alegre muchedumbre,
Me integre en tu ventura y tu perpetuo hogar
Y a tu lado María, a Cristo siempre encumbre.
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