
María, tierna princesa;
Madre de Jesús; me guío
Por tu ejemplo, y ya confío
Que mi alma queda ilesa.
Este hijo tuyo, confiesa
Que vivió en el extravío;
Ahora mi horizonte amplío
Cuando tienes mi alma presa.
En mi soledad forzada
A causa de mis pecados,
Y de Jesús separada,
Pensando en tu sacrificio
Y en tus dolores pasados
Aprendí lo que es servicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario