María viaja sin grima
A lomos de borriquita,
A la aldea de su prima
Para rendirle visita.
Anochece, y las estrellas
En el cielo ya aparecen;
Las más fúlgidas y bellas
Ante María se oscurecen.
Un lucero que ilumina
El sendero sinuoso,
Pregunta con cierta inquina
De su belleza celoso.
¿Donde vas joven María
Tan segura y diligente?
A visitar a mi prima
Elizabeth dócilmente.
Por que se me ha revelado
En palabra del Señor
Que a su esposo ha visitado
El ángel consolador.
Como he creído su anuncio,
A la palabra obediente,
Viajo hacia su morada,
Confiando en Dios clemente.
Antes que esté parturienta,
Sobre mi maternidad
Comprobaré en mi parienta
Que el ángel habló verdad.
Pues anda con Dios, María,
Primorosa flor de olor,
Y tráenos con alegría
Al eterno redentor
Dedicado a cantar las glorias de María, la madre de Jesús, el Cristo de Dios Nada de tipo dogmático ni polemista Si se detectan por algunos rigoristas algunos extravíos, sepan que son solo la expresión de un espíritu arrobado por el misterio maravilloso de María, LA ELEGIDA DE DIOS A las palabras de amor, les sientan bien un poquito de exageración D. Antonio Machado
sábado, 8 de diciembre de 2012
VIAJE DE MARÍA
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