
Tú eres la verdad,
Señor… y el Santo;
Eres la vida entera en el humano.
Nos amas con amor divino, tanto,
Que te hiciste en Jesús, padre y hermano.
A ti levanto esperanzado un canto,
Que sea para alivio del cristiano,
Al que enjugas clemente su quebranto,
Y eres el regocijo de un anciano.
A Dios, el Creador de nuestras vidas,
Ofrezco mi sincera sumisión,
Porque ha restañado mis heridas.
Y ofrezco mi sincera adoración,
Mi humilde entrega, porque tú me cuidas,
Y egregio has redimido mi abyección.
Eres la vida entera en el humano.
Nos amas con amor divino, tanto,
Que te hiciste en Jesús, padre y hermano.
A ti levanto esperanzado un canto,
Que sea para alivio del cristiano,
Al que enjugas clemente su quebranto,
Y eres el regocijo de un anciano.
A Dios, el Creador de nuestras vidas,
Ofrezco mi sincera sumisión,
Porque ha restañado mis heridas.
Y ofrezco mi sincera adoración,
Mi humilde entrega, porque tú me cuidas,
Y egregio has redimido mi abyección.
AMDG.
Autor: Rafael Ángel Marañón
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