sábado, 27 de octubre de 2012

VENDRÁS A MÍ, SEÑOR



Con el último verso alargado, porque me pareció bonito para el Señor 

Vendrás; vendrás a mí de forma tan real
Que nunca más veré la triste tierra
Tan cruel, contaminada y tan letal,
Que solo en guerra y mal, su afán encierra

Contigo espero estar, vencido el mal;
Escalpelo que cura y nunca yerra,
Harás justicia a todos por igual
Y nunca más, retornará la guerra.

En fuga el cazador mortal del hombre,
Colérico por su condenación
Sin arrepentimiento ni perdón.

El mísero que salvas, siempre te honre,
Y alabe con valor tu salvación,
Tu gran misericordia, y hermoso galardón.

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